Hoy, 23 de abril, hemos celebrado el Día del libro en
conmemoración al fallecimiento del escritor Miguel de Cervantes Saavedra, en 1916. Este día fue promulgado por la UNESCO con la intención de fomentar la lectura.
En la asamblea, hemos
dialogado sobre esta efeméride. Éstas son las respuestas de algunos niños y
niñas:
SEÑO: ¿qué es un libro?
ESTHER: un libro tiene
muchas páginas para leer.
ÁLVARO: y para escribir.
RAFA: para contar las
letras.
LUÍS JAVIER: también
podemos utilizarlo para mirarlo o para pintarlo.
ANDREA: y para jugar.
TRIANA: los libros son para
leer.
EMMA: los libros son para
contar cuentos por las noches.
MARÍA R. : y para
escribir historias de lobos.
MARÍA M. : sí, y de
princesas.
ISAAC: a mí me gustan los
de lobos.
SEÑO: ¿tenéis muchos
libros en casa?
TODOS: ¡Sí!
SEÑO: ¿cuál es vuestro
libro preferido?
HUGO: a mí me gusta el zorro.
MATÍAS: a mí, Pocahontas.
PACO: a mí me gustan los
libros de osos.
JOSE MANUEL: mi libro
preferido es el de Mickey mouse.
IVÁN: a mi me gusta el
patito feo. Era de mi hermano, pero ahora ya es mío.
SAMARA: mis libros
favoritos son los de princesas.
JIMENA: mi libro favorito
es el de los tres cerditos.
GUZMÁN: a mí también me
gustan los tres cerditos.
IZAN: mi libro preferido
es uno de la Peppa Pig.
CARLOS: pues a mí me
gusta uno de Cars 2.
JAVIER: me gustan de
Cars.
ADRIANA: a mí me gusta la
cenicienta.
GONZALO: y a mí los de
tractores.
Tras el diálogo sobre los libros, y de acuerdo a la temática
general acordada en nuestro centro educativo, hemos hablado del libro titulado “Platero y yo”, de Juan Ramón
Jiménez. Hemos visto una imagen de platero, que siempre iba acompañando a un
hombre con sombrero y barba y juntos vivían muchas aventuras. Hemos leído una
pequeña poesía de platero y lo hemos pintado.
En casa podéis ver este bonito vídeo adaptado a los niños
sobre el capítulo 1.
Por último, hemos realizado unos marcapáginas con forma de
ranita. Como ya somos muy mayores, hemos recortado solitos trocitos de papel
verde y los hemos pegado sobre la ranita, después hemos estampado esponjas impregnadas
en pintura del mismo color sobre ella. ¡Observad qué bonitas nos han quedado!
Aprovecho esta entrada para recordar la importancia de leer
a los niños. Ellos fomentan su motivación hacia la lectura observando a los
adultos y al resto de niños y niñas más mayores interactuar con los libros. Como
bien decía Juan Mata (2008), “los oídos siempre están alerta y no dejan de
recibir historias, versos, canciones, diálogos, aforismos. Uno ingresa en el
mundo de las ficciones y las palabras poéticas escuchando a quienes las
preservan y las transmiten”.
Debemos ser conscientes de que son un verdadero tesoro. También
es muy importante mostrar a nuestros pequeños esa literatura tradicional que tanto
gusta. Cuentos como la Cenicienta, Los siete cabritillos, Los tres cerditos,
Caperucita roja, La ratita presumida…les divierten, les hacen sentir las diferentes emociones y
les permiten una entrada al mundo más accesible.
Dedico estos párrafos con mucho entusiasmo a la literatura
infantil por la gran devoción que mis alumnos y yo sentimos hacia ella. Son
muchas las historias que hemos contado en clase desde el primer día de colegio así
como las maneras de narrarlas: unas veces utilizando marionetas; otras veces reclamando
la participación de los niños en el cuento; algunos simplemente han sido leídos
del mismo libro; otros se han contado utilizando objetos o materiales; algunos
llevan grandes dibujos para ser mostrados a la vez que son narrados, etc. Todos consiguen captar la atención de una u
otra forma del alumnado escuchando la frase “Otra vez, seño”, al terminar de
escucharlo. Algunos de nuestros preferidos en clase son: “Chivos chivones”, “Azul
y amarillo”, “Por cuatro esquinitas de nada”, “Un libro, de Tullet”, “Un papá a
la medida”, “Pajarita de papel”…
Por último, dejo aquí algunas de las mejores páginas web en
las que podéis consultar títulos y autores de numerosos cuentos infantiles
actuales:
“…la literatura, para
la mayor parte de personas, no ha de ser un objeto de conocimiento positivo,
sino un instrumento de cultura y una fuente de placer. Ha de servir al
perfeccionamiento intelectual y ha de producir un placer intelectual. Por lo
tanto, no se trata de saber: se trata de frecuentar y de amar”. (Gustave Lanson
(1894), en Colomer, T. (2005).